Esta sombra marchita
Ya no tiene ganas de seguirme a ningún lado.
El tiempo es un asalto a mano armada
Que se lleva lo mejor de nuestros años.
Quisiera ser como las muebles de la casa
Que al pasar el tiempo se hacen más enanos.
O al menos eso a mi me pasa.
Recorte un beso
Y lo pegue sobre mis labios
Esa tarde que a su lado
Regrese a primer grado.
Y un rumor de abecedario
Inundo mi corazón.
Aún recuerdo esa canción.
Porque me queda el alma aún sigo cantando
Por el árbol de la plaza, por mi risa, por sus manos.
Porque aún me queda la carta
Que con mucha gracia pedía perdón y remontaba
Algún silbido de mis sueños de algodón.
Todavía me haces falta.
Aquellas tardes de verano
Volando en bicicleta, jugando a ser mayor.
Aquellos días de cereza, de molinos, de canción.
Los debates con amigos sobre faldas y valor.
Y el bar donde esa tarde, con sorpresa,
Mi coraje hablo de amor.
sábado, 27 de marzo de 2010
lunes, 22 de marzo de 2010
Candy, ella era Candy
Candy no hablaba mucho
Y cuando se reía en realidad lloraba.
Candy no tenía muchos amigos.
Y a juzgar por mis instintos
Nunca supo ser amada.
Candy tenía un montón de muñequitos
Decía que al menos así se sentía acompañada.
Candy tenía un álbum de recuerdos inventado.
Y más de diez frases robadas.
Candy conocía el infierno de sus labios
Pero nunca pudo decir nada.
Candy, ella era Candy
La que se soñaba de porcelana en el altar.
La que prendía mis sueños y los hacia volar.
Nada es tan perfecto como Candy al caminar.
Nada es tan perfecto como Candy al caminar.
Candy hablaba en otro idioma
Si de amigos se trataba.
Era todo un laberinto.
Una estrella de mar de coca-cola.
Candy creía en el ahora.
Y mas que nada en que mañana
No la verías por acá.
Candy era dorada.
Ojala ella se enterara.
Candy, ella era Candy
La que se soñaba de porcelana en el altar.
La que prendía mis sueños y los hacia volar.
Nada es tan perfecto como Candy al caminar.
Nada es tan perfecto como Candy al caminar.
Candy se fue una mañana
Tan mal acompañada.
La venció el peso de la soledad.
Me dijo: “ahora quiero probarlo a su manera”
Aunque esa manera daba mucho que hablar.
¡Candy no toques la tierra!
Él no sabe soñar.
¡No te vayas quimera!
Vayamos de nuevo a caminar.
Y cuando se reía en realidad lloraba.
Candy no tenía muchos amigos.
Y a juzgar por mis instintos
Nunca supo ser amada.
Candy tenía un montón de muñequitos
Decía que al menos así se sentía acompañada.
Candy tenía un álbum de recuerdos inventado.
Y más de diez frases robadas.
Candy conocía el infierno de sus labios
Pero nunca pudo decir nada.
Candy, ella era Candy
La que se soñaba de porcelana en el altar.
La que prendía mis sueños y los hacia volar.
Nada es tan perfecto como Candy al caminar.
Nada es tan perfecto como Candy al caminar.
Candy hablaba en otro idioma
Si de amigos se trataba.
Era todo un laberinto.
Una estrella de mar de coca-cola.
Candy creía en el ahora.
Y mas que nada en que mañana
No la verías por acá.
Candy era dorada.
Ojala ella se enterara.
Candy, ella era Candy
La que se soñaba de porcelana en el altar.
La que prendía mis sueños y los hacia volar.
Nada es tan perfecto como Candy al caminar.
Nada es tan perfecto como Candy al caminar.
Candy se fue una mañana
Tan mal acompañada.
La venció el peso de la soledad.
Me dijo: “ahora quiero probarlo a su manera”
Aunque esa manera daba mucho que hablar.
¡Candy no toques la tierra!
Él no sabe soñar.
¡No te vayas quimera!
Vayamos de nuevo a caminar.
sábado, 20 de marzo de 2010
Después de Cumplir 42
Que se agota el agua en el pozo de mis deseos
y que hoy aunque sea tarde tengo el amor que me prestaste
y esta canción que no cabe en mí equipaje.
Ya no hay tiempo.
"No te enredes al colchon" "No desordenes mi calor" Dijiste
"No desaparece; Quiero darte amor"
Que esta canción la escribí después de cumplir 42
y te mire desde la cama
pidiendo sueños al balcón.
Nunca te fuiste
Disculpa, me entere hoy.
Que esta pluma se quedo sin tinta.
Llego a estación este tren de revista.
Tú siempre presente, yo nunca a la vista.
Te juro que en tú boca no quise ser yo.
"Llevate las caricias, sino vienen de camisa" Dijiste
"No quiero ser titere en tú juego del amor,
donde dictas las reglas y no das tregua al corazón"
Que esta canción la escribí después de cumplir 42
y ver que en el balcón
ni en la cama estabas.
Disculpa, debi habertelo dicho:
"No quiero que te vayas"
Mi Roma, Mi casa, Mi jardin de Babilonia, Mi esperanza.
¿Donde estaré yo mañana?
Mi visa para el cielo
El adjetivo que te debo
cuando te arreglas frente al espejo.
Mi sol, Mi gamulan, Mi espada contra el tiempo.
El verbo, la verdad, y todo lo que tengo.
y que hoy aunque sea tarde tengo el amor que me prestaste
y esta canción que no cabe en mí equipaje.
Ya no hay tiempo.
"No te enredes al colchon" "No desordenes mi calor" Dijiste
"No desaparece; Quiero darte amor"
Que esta canción la escribí después de cumplir 42
y te mire desde la cama
pidiendo sueños al balcón.
Nunca te fuiste
Disculpa, me entere hoy.
Que esta pluma se quedo sin tinta.
Llego a estación este tren de revista.
Tú siempre presente, yo nunca a la vista.
Te juro que en tú boca no quise ser yo.
"Llevate las caricias, sino vienen de camisa" Dijiste
"No quiero ser titere en tú juego del amor,
donde dictas las reglas y no das tregua al corazón"
Que esta canción la escribí después de cumplir 42
y ver que en el balcón
ni en la cama estabas.
Disculpa, debi habertelo dicho:
"No quiero que te vayas"
Mi Roma, Mi casa, Mi jardin de Babilonia, Mi esperanza.
¿Donde estaré yo mañana?
Mi visa para el cielo
El adjetivo que te debo
cuando te arreglas frente al espejo.
Mi sol, Mi gamulan, Mi espada contra el tiempo.
El verbo, la verdad, y todo lo que tengo.
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