jueves, 6 de mayo de 2010

Cartas de Amor Para María

Señora debo advertirle que los años pasan pronto
Y uno por ser sonso ya no rige ni su vida.
Voy despacio a contarte el amor de los mil días.
Y el otoño canceroso de María.

Ella toco la piel del “oso”
Sin decirle que era mía.
Y se ahogo
En un calabozo de pastillas.

Perdió la vista en un callejón
Se la llevo un gamulan vestido de señor.
Al que le ofreció un café en lo del “chino”
Y terminaron con flores en el balcón.

No sabia que telarañas
Desnudaba esta canción.
No sabia entonces que ninguna
Es modelo de cordura
Cuando se trata del amor.

Se olvido la mañana en un burdel
Y se dijo a si misma que con él
Iba a ser de revista.
Aunque el titular empezaba con “perder”

Renuncio a los caprichos de aquel monstruo
Que la vino a visitar un día.
Y la dejo con la boca avinagrada
Y con los fantasmas de la melancolía.

No hay noche más añorada
Que la que vive en su almohada, pensó.
Ni dama más cansada
Que la que carga en la espalda el amor.

Esta tan lejos la mañana, María
Pídele sueños al balcón
O un Romeo que no sea de cartón.
Pídele vida.

Cartas de amor para María
Se le enviaron más que dos.
Y solo a una respondió.
Firmaba pidiendo perdón.
Creo que equivoco la salida.

Y no supe más nada de María
Más que su otoño canceroso
Y la piel del “oso” que tocó
Que nunca supo que era mía.
O de su amor de revista
Que se destiño tan fácil
Como acuarela en la llovizna.

Discúlpame sé que no valía enamorarse
Siendo solo una visita.
Discúlpame aunque sea tarde
Y siga siendo una visita
Si aún te sueño por las tardes...

Solo... solo por las tardes, María.
Reconozco que soy poco...
Solo... solo por las tardes, María
renuncio al barrilete y me quedo en tú camisa.

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