Tengo un lunar en el medio de la elástica piel, que me hace recordar a los anfibios, entre el dedo pequeño y el de al lado. Nunca me voy a aprender los nombres de los dedos, como tampoco los nombres de las calles, o los nombres de las comidas. Me va muy mal en el tutifruti, no sé escribir rápido, no conozco marcas ni partes del cuerpo. No funciono bajo la presión. Presión es igual a fuerza sobre superficie creo, me llevé física a marzo y la acabo de rendir. Me encanta calcular cosas, pero no me sale la matemática ni la física. Tengo cero “conocimiento común” en cuanto a esas cosas. Nosé decir números grandes, no sé sumar sin los dedos (a veces sí). No sé cuánto es un centímetro y mucho menos un decímetro. "No sé" es mi muletilla, un japonés dice que todos mis "Nosé" tienen algún sentido. Puede ser, no sé. A veces no me expreso bien, hasta no poder armar una oración con algún sentido gramático. Sin embargo cuando me pongo a escribir siento que las emociones fluyen, desembocando siempre en la felicidad de haber materializado algún sentimiento, algún pensamiento o historia. Todo desemboca en el amor por escribir.
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